Esta larga colaboración ha permitido sensibilizar al público sobre la importancia de preservar los hábitats naturales más amenazados, fundamentales para la supervivencia de numerosas especies. En concreto, las zonas húmedas que frecuenta el flamenco representan una reserva extraordinaria de biodiversidad, ya que ofrecen refugio a numerosas especies animales y garantizan servicios de ecosistema fundamentales también para el ser humano. Pero el compromiso de DoDo va mucho más allá: este año, la acción se centra en cuatro oasis estratégicos de WWF, valle Averto, lago de Burano, laguna de Orbetello y salinas de Trapani, donde estas elegantes aves encuentran refugio y alimento. Un compromiso que forma parte del trabajo más amplio de gestión y conservación de los Oasis WWF y que se celebra durante la Primavera de los Oasis (hasta el 5 de junio). En el Oasis de Padule di Orti-Bottagone, reconocido como reserva regional y humedal de importancia internacional según el Convenio de Ramsar, DoDo financia la restauración de 370 metros de senderos naturistas, que permitirán observar a los flamencos sin molestarlos. Una iniciativa respetuosa, inclusiva y profundamente vinculada al territorio, donde el ecoturismo y la conservación danzan juntos.
